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Nos envían desde Valladolid la crónica del curso celebrado el último fin de semana de noviembre.

CURSO DE AIKIDO EN VALLADOLID, (NOVIEMBRE 2012)

Andrés Martínez Rodríguez

El fin de semana del 24 y 25 de noviembre de 2012, Pedro Jáñez y el Dojo Kanazawa, organizaron un curso de Aikido impartido por el maestro Rafael Regaño. A las 11:00 ya estábamos en el tatami esperando la llegada de nuestro querido Rafa, que se nos hizo esperar, pues llegaba directamente de Madrid y se entretuvo por el complejo laberinto de las calles pucelanas, pero nos vino bien para saludarnos, presentarnos y empezar a conocernos entre todos los que íbamos a compartir mucho más que técnicas de Aikido.

Allí nos reunimos compañeros de Valladolid, Medina del Campo, Ávila y Palencia. Y el curso comenzó como han de comenzar las cosas importantes... muy bien, para seguir bien y terminar mejor... Una sonrisa en el rostro de Rafa correspondida por todos los presentes. Se purificó nuestro Dojo improvisado, saludo y presentación de respeto al Kamiza y a O Sensei Morihei Ueshiba. Después de la Práctica Respiratoria, Rafa nos leyó y comentó, con esa maravillosa forma que tiene de "transmitir", un resumen del libro "El Secreto del Aikido, de Morihei Ueshiba" y nos hizo reflexionar sobre la importancia que tiene de "beber de la fuente del Aikido". El espíritu está ahí y nosotros hemos de ser fieles a ese espíritu para desarrollar el Aikido.

A ritmo de KA – MI comenzamos a recibir, con infinita paciencia, las técnicas que Rafa nos quería transmitir y el porqué de cada movimiento, de cada unión, de cada entrada y proyección. Nos recuerda, una vez más, la importancia de las "bases", que nunca debemos de perder. Y comenzamos desarrollando IRIMI para pasar luego al TENKAN y continuar con el enlace de ambos movimientos. Hubo tiempo para USHIRO y SUBURIS con el Bokken y el Jo. Y allí estaba Rafa para orientar y ayudarte a hacer más fluido el movimiento, a aprender a moverte con el ki. Y los compañeros de mayor grado o que apreciaban con mayor sutileza las técnicas, enseguida se prestaban para ayudar y regalarte, con una sonrisa, su forma de hacer Aikido.

La noche del sábado estuvimos compartiendo mesa y tertulia en un local de Valladolid, y Rafa nos brindó su actuación y mejor hacer con unos trucos de magia, ante la perplejidad de los que tuvimos el honor de estar. ¡Todo se nos escapaba! al ¿Por qué?, ¿cómo lo hace?. Pero no había respuesta, porque la respuesta estaba en el origen... ¡ES MAGIA!. ¡Maravilloso!, como la experiencia del Aikido. Y... nos quedamos con ganas de ver a "Lázaro" (Es un lápiz que levita) pero, nuestro amigo Lázaro estaba cansado y pensó que era mejor brillar con todo su esplendor en la próxima ocasión.

Todo era increíble y el tiempo se nos fue comiendo el curso y la práctica, porque cuando disfrutas de cada instante, parece que te están "robando el tiempo", y "todo te sabe a poco", pero el tiempo en el Aikido se hace uno como la magia de Rafa y es "esencial". El curso terminó y surgieron los abrazos, las despedidas y un "hasta pronto", porque nos quedan muchas ganas de MÁS, y siendo fieles al Maestro Tsuda... "tenemos hambre, de Aikido, porque lo necesitamos para seguir creciendo, por eso queremos más, porque nos lo pide nuestro cuerpo y espíritu".

Así que si me preguntan, ¿Qué tal el curso con Rafa?, yo responderé... No te sabría decir.... ¡PORQUE HAY QUE VIVIRLO!.

Muchas gracias a todos, en especial a Rafael Regaño, Pedro Jáñez, José Luis Bendito, José Luis Herranz y Raúl Rodríguez, por vuestra paciencia y buen hacer en el Aikido.