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Nos cuentan desde el dojo Misogi lo acontecido durante las jornadas con Guillermo Garde.

Con motivo de hacer unas convivencias con nuestro querido compañero GUILLERMO GARDE y compañía, el pasado 21 de junio realizamos una práctica conjunta, con compañeros de Alicante, Madrid, Bilbao y Soria.
Las jornadas transcurrieron con la misma armonía y unidad que es característica de nuestra práctica.

Tras darnos Guillermo algunos buenos consejos de cómo realizar la práctica respiratoria, hicimos unidad con el Jo. Guillermo, tras su largo recorrido en la práctica de este noble arte, nuestro querido Aikido, hizo hincapié en que siempre estuviéramos buscando dentro de nosotros, manteniendo el espíritu AIKI , que practiquemos las técnicas no solo como dice un libro o un maestro , sino que nos dejemos elevar a otro plano de comprensión y creación , todo vale dentro de un orden lógico de respiración, distancia, fusión sin un fin marcial ( concepto jutsu ), dicha toda esta parrafada, en definitiva tanto con aperos o con manos vacías, el Aikido nos tiene que nutrir y mejorar física, mental y espiritualmente .

Si no experimentamos estos cambios en nuestro ser, mejor será descubrir qué hacemos mal o simplemente ser coherentes con nosotros mismos, puede ser que el Aikido no sea nuestro camino. Después la práctica transcurrió normalmente y terminamos para practicar Katsugen-undo, en la que dimos la explicación general, puesto que había gente que nunca había practicado, tras quedarnos como nuevos fuimos, como es habitual en estas reuniones, a comer aquí en Quintanas de Gormaz, donde mi vecina Florencia nos puso a tono para la visita Soriana que nos esperaba.

Tras una breve pausa nos dirigimos a un lugar casi mágico que conocía Guillermo, se trata de Tiermes, si no habéis estado os lo aconsejo, impresionante, es como un viaje al pasado, nos lo enseñó y nos dio miles de datos ( Guillermo aparte de buen aikidoka también es buen guía turístico), jejeje. Después estuvimos en buena armonía y finalizamos el día, hay que descansar algo ¿no creéis?

Al día siguiente, hicimos sólo práctica de Aikido, sin nuestros queridos Javitxu y Víctor, pero con la misma armonía, practicamos Aikiken, con unas técnicas que poco a poco fuimos haciéndolas nuestras para luego fluir con ellas y que nos nutrieran, hubo bastante "fure, fure, ningún "kire, Kire". Seguimos respirando juntos y al finalizar la clase, Guillermo nos agradeció el trato recibido, y nosotros lo recibimos con buen agrado que grabamos en nuestro KOKORO. Lo que si podemos decir siempre, en todas las jornadas y cursos de la asociación, es GRACIAS.