aikidotradicional.es

Nuestro buen amigo Nima nos envía la crónica de lo ocurrido duranteo curso de fukushidoin celebrado el pasado mes de octubre. En breve podemos ilustrar sus palabras con alguna imagen.

JORNADAS DE PROFESOR-FUKUSHIDOIN

Estamos sumidos en un mundo en el que lo material se ha impuesto dramáticamente sobre lo más sutil, sobre la esencia misma del hombre. La ciencia y la tecnología avanzan a pasos agigantados dejando atrás al hombre, como un fornido atleta que compite contra un niño que, aún haciendo grandes esfuerzos, no hace más que ver como el adulto se aleja más y más.

En el Aikido de O Sensei, ese que en sus últimos días llamó Shin no Aikido, Aikido del espíritu, lo material queda doblegado por lo espiritual; Kon sobre Haku, lo espiritual sobre lo material, Katsujin ken sobre Satsujin Ken, el sable que da y protege la vida frente al sable que la quita.

O Sensei, al igual que otros grandes Maestros de la humanidad, entendió que el secreto pasa por este mundo, por establecer el Reino, aquí y ahora; la verdadera victoria, dijo, es la victoria sobre el ego de uno mismo, Masakatsu Agatsu.

De esto trató, y en una profundidad preciosa, la formación de Fukushidoin que impartió el Maestro Rafael Regaño en Madrid el pasado 24 y 25 de Octubre en el Dojo Tenshin.

"Me doy la vuelta y no veo a nadie siguiéndome" dijo O Sensei al final de su vida. Realmente pocos le entendieron, como recientemente ha reconocido el Doshu Moriteru Ueshiba, nieto del fundador. Sin embargo, aquí, en la lejanía, a más de 10.000 km de distancia de la tumba de O Sensei unos pocos sikidokas intentaron entender y seguir un poco más el mensaje legado por él.

Practicamos un arte, el Aikido, que lejos de ser una disciplina puramente física, pasa por ser una maravillosa herramienta de crecimiento individual social y espiritual. El Aikido es tecnología espiritual, y como tal, debe estudiarse en profundidad y de forma correcta para que pueda desplegarse adecuadamente y que sus efectos sean tangibles; el Aikido de O Sensei es Misogi, purificación.

Para ello, aparte de realizar la técnica con el espíritu del Aiki, buscando la armonía y la fluidez, la unidad y la cohesión existen otro conjunto de prácticas profundas que en muy pocos lugares se practican y en las que profundizamos durante la formación.

Empezamos por la práctica respiratoria del maestro Tsuda, que nos vincula directamente a la práctica que el Maestro Ueshiba realizaba al principio de cada sesión conocida como Shinjin o Chinkon Kishin no Ho, "práctica de calmar el espíritu para regresar a la fuente". Profundizamos en sus movimientos, ejecución y ritmos.

A continuación fuimos introducidos en el Norito, otra de las prácticas principales que O Sensei realizaba en todas sus sesiones de práctica de Aikido y que ya muy pocas escuelas conservan. Norito es un canto ritual de oración y purificación en el que lo importante no es el contenido ni el mensaje sino la la resonancia vibratoria surgida desde el hara, motivo por el cual el Maestro Tsuda, a través de quien nuestra asociación dispone de esta joya, no vio necesario traducirlo.

Seguimos con la práctica del Kiai, en Seiza y de pie. La práctica del Kiai está destinada a crear consciencia del hara y fortalecer nuestro centro. A la vez, nuevamente por la vibración a la hora de emitir los sonidos, el Kiai posee la capacidad de limpiar, tanto al practicante como el espacio en el que se ejecuta.
También aprendimos a realizar los Shimei y el Gohai, objetos rituales hechos de papel que se colocan en diferentes emplazamientos con diversos fines. Una interesantísima enseñanza con un gran valor cultural y, nuevamente, muy poco conocidos en occidente y menos aún en el mundo del Aikido.

Durante toda la formación se hizo continua referencia a textos y discursos de O Sensei y del Maestro Tsuda, como forma innegable de beber directamente de la fuente. También compartimos interesantísimas experiencias personales que enriquecieron muchísimo nuestra perspectiva global del Aikido.

En definitiva, un fin de semana extremadamente aprovechado, profundizando en algo que nos apasiona en un ambiente maravilloso y con la guía del Maestro Rafael Regaño que supo transmitirnos, fielmente, estas valiosísimas enseñanzas.

Nima Massoumian