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El viernes 16, sábado 17 y domingo 18 de diciembre de 2016, como ya es habitual, celebramos en el Dojo Tenshin de Madrid los actos con motivo del 133º aniversario del nacimiento de O Sensei, Morihei Ueshiba.
La tarde del viernes la reservamos para la celebración propiamente dicha, y el sábado y el domingo tuvo lugar el curso de Aikido y Katsugen-Undo.
El viernes a las siete en punto de la tarde comenzamos con la práctica respiratoria de Aikido, tras la cual Hélène Sensei leyó unos párrafos seleccionados de "La Vía de los Dioses", el octavo libro de Tsuda Sensei. En este libro, Tsuda Sensei escribe acerca del Shinto y su relación con el Aikido, y describe el encuentro que mantuvo con la señora Nakanishi, que fue maestra de Kototama de O Sensei durante veinte años.
Tras la lectura, José Vila y Carlos Sánchez dispusieron el proyector de vídeo y pudimos disfrutar viendo a O Sensei practicando Aikido en unas grabaciones históricas de la televisión japonesa.
Luego llegó la muy esperada hora de despejar la sala, montar las mesas, alisar los manteles, llenar los vasos y surtir los platos: vino, cerveza, tortilla, empanada, quesos, boquerones, croquetas, dulces navideños... En fin, una estupenda muestra de gastronomía española seleccionada por Hélène y Rafa. No quedaron ni las migas.
Continuando con las buenas costumbres, la velada concluyó con una sesión de magia que hizo las delicias de los presentes.
El sábado 17 a las once de la mañana dio comienzo el curso de Aikido. Tras la práctica respiratoria, Rafa Sensei repasó diferentes formas de kokyu-ho y kokyu-nage en katate-dori y en Ai-hammi-katate-dori, tanto entrando en Irimi como absorbiendo en Ushiro-irimi o Tenkan.

Tras la sesión de Aikido, tuvo lugar la primera sesión de Katsugen-Undo. A modo de introducción, Rafa habló a los presentes acerca de Noguchi Sensei y las motivaciones que le llevaron a proponer el Movimiento Regenerador. Posteriormente, Hélène Sensei procedió a explicar los ejercicios y dirigir la práctica.

A las tres de la tarde disfrutamos del almuerzo en Casa Paniza, a pocos pasos del Dojo, donde nuestro compañero Julián Nuez a los fogones nos obsequió con un menú sabroso y variado y con suflé de postre, ¡que no falte!
El sábado por la tarde, tras la práctica respiratoria, Rafa Sensei repasó ejercicios de Aiki-ken con entrada de uke en Yoko-men-uchi. Posteriormente, repasó ejemplos de Irimi-nage, Ushiro-kiri-otoshi y Kokyu-nage, haciendo hincapié en la importancia de la unión de brazos, piernas y respiración.
Tras la sesión de Aikido, tuvo lugar la segunda sesión de Katsugen-Undo dirigida por Hélène Sensei.
El domingo 18 por la mañana, tras la práctica respiratoria, Rafa Sensei ejecutó diferentes formas de Choku-tsuki con el Jo, y continuó con detalles de Irimi-nage y Kokyu-nage, variando la entrada y la distribución del peso para finalizar la técnica avanzando uno u otro pie.
El curso concluyó en el mediodía del domingo con la tercera sesión de Katsugen-Undo, dirigida por Hélène Sensei.

Al acabar la sesión de Aikido, mientras algunos compañeros doblaban la hakama, vi un compañero doblando la chaqueta de su kimono. Esa imagen me sorprendió vivamente. El maestro Zen Eihei Dogen (1200-1253) decía que la aspiración, la práctica, la iluminación y el nirvana se dan simultáneamente, sin separación, aunque no nos demos cuenta. Ver a tus compañeros doblar la hakama y ponerte a doblar tu kimono, eso es aspiración. Doblar el kimono es doblar el Dojo, doblar el universo entero, doblarte a ti mismo. Una sensación muy especial para mí, un regalo de fin de curso.

Rafael Ruíz