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Nuestro buen amigo Nima, nos envia la crónica del Primer Curso de Aikido "CIudad de Burgos". Esperamos que sea la primera edición de muchas más ...

Se celebró el pasado fin de semana del 2 y 3 de Junio un curso de Aikido en la Ciudad del Cid en el que nos acompañaros amigos de Cádiz, Valencia, Madrid, Valladolid y Bilbao. Un fin de semana especial, ya que era el Primer Curso que se realizaba en Burgos y realmente disfrutamos de un ambiente maravilloso, que es tónica general en los eventos de la Asociación Española de Aikido Tradicional.
 
 El Maestro Rafael Regaño supo transmitirnos de forma soberbia  principios profundos del Aikido. Un conocimiento privilegiado que por desgracia escasea por muchos tatamis, del que cada uno pudo beber según su capacidad y experiencia, y que a nadie dejó insatisfecho. Sorprendió a los que asistían por primera vez a un curso dirigido por el Maestro su forma sencilla, clara y profunda de exponer un Aikido que está en vías de extinción, un Aikido Tradicional que busca dirigir su mirada hacia donde O Sensei apuntaba. Lejos de empequeñecerse con un enfoque marcial o puramente deportivo, el Aikido que el Maestro nos expuso fue un Aikido de Unificación, de fortalecimiento interno y de armonía con el entorno.
 
 La unificación del movimiento y la intención, de las partes del cuerpo, del gesto y la respiración, como paso previo imprescindible para establecer una comunicación efectiva con un compañero que nos regala una energía que nos ayudará a manifestar las leyes de la Naturaleza con nuestro cuerpo y nuestro movimiento, hacen de nuestro Aikido un vehículo de Transformación Espiritual.

 Una danza cósmica regida por leyes eternas, una vuelta al origen de nuestra naturalidad que permite un gesto armonioso que ha quedado atrofiado por nuestro pensamiento puramente racional y exento de todo espíritu.
 En una sociedad en la que se entiende Unidad como homogeneización forzada, en el que un torbellino de información sin criba sacude, pervierte e invade sin permiso nuestros sentidos, en la que nos encontramos indefensos ante la ola tecnológica que desnaturaliza nuestras más esenciales capacidades, disfrazada de comodidad y progreso..., este Aikido se nos presenta como un trabajo interior, que localiza y fortacele nuestro centro, que nos revela nuestro pulso más vital, la respiración, como elemento cercano e instrumento insustituible de trabajo hacia una unificación interna, corporal y mental, que nos permita experimentar la realidad de una forma más plena y empática, que nos proteja de los engaños externos y de fantasmas internos que sacuden nuestras vidas a diario.

 El Aikido que transmitio el Maestro Rafael Regaño el pasado fin de semana en Burgos, es un Aikido Especial, una transmisión que trata de sacudir nuestro ser interior y despertarnos a realidades sutiles que transformarán nuestro Ser.
Gracias Maestro y gracias compañeros por compartir vuestra energía con nosotros.

Os emplazamos, Dios mediante, para el año que viene.

Nima Massoumian
Centro Ekilibrio, Burgos.