Celebración Nacimiento de O-Sensei (Madrid 2017)

Benito Mera nos relata lo ocurrido durante la celebración del 134 aniversario del nacimiento de O Sensei realizado en el dojo Tenshin del 15 al 17 de diciembre.

134 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE O SENSEI (Diciembre 2017)

El 14 de Diciembre de 2017 se cumple el 134 aniversario del nacimiento del Maestro Ueshiba, un día realmente significativo e importante para un aikidoka y muy especialmente para mí. En mi sencillo Dojo, junto con mis compañeros realizamos un acto de conmemoración en memoria de este gran Maestro. Al día siguiente y durante todo el fin de semana, se llevó a cabo el acto de conmemoración en el Dojo Tenshin de Madrid de la mano de mi maestro Rafael Regaño.

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Desde el año 1993 he venido asistiendo a este acto de conmemoración con verdadero interés, salvo alguna vez que no haya podido asistir por razones familiares. Para mí siempre ha sido un momento mágico, un día donde uno siente que significa de verdad el camino de la unidad y la fusión.

Nada más entrar en el Dojo, uno siente un buen y potente Kimochi, una sensación de estar en casa, un calor humano que el corazón nota instantáneamente. Comenzamos con la práctica respiratoria, la recitación del Norito sintoniza con el maestro, se abre una puerta invisible, su presencia se empieza a notar. Todos juntos remamos en la misma dirección con la fuerza invisible y poderosa del ki inundando el Dojo. El caudal de ki sigue en aumento y todos juntos como un solo cuerpo nos convertimos en un rio tan caudaloso como el Amazonas.

 

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Tras la práctica respiratoria del Maestro Ueshiba, todos nos sentamos a escuchar una lectura del octavo libro del Maestro Tsuda: “La vía de los dioses”. En este libro, el maestro Tsuda nos habla de a persona, una mujer realmente extraordinaria, la Sra. Nakanishi, la cual tuvo un peso importantísimo en la formación del Maestro Ueshiba. Este periodo en la vida del Maestro fundador, ha sido silenciado en Japón, gracias al valor del maestro Tsuda hemos tenido conocimiento de esta mujer, que fue la piedra angular en el arte del Aikido.

Las enseñanzas de Nakanishi Sensei sobrepasan todo lo ordinario y apuntan hacía un conocimiento y sabiduría indescriptible. Algo básico y esencial, crear un cielo en la tierra, donde el hombre sea el puente. Donde el hombre demuestre su grandeza, su misión de unir el cielo con la tierra, toda una proeza que pocos hombres han conseguido. Y el maestro Ueshiba fue de los pocos en conseguirlo.

 

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El Maestro nos dejó su arte, un camino con corazón lleno de un amor profundo por la vida, donde el hombre como manifestación de este amor tiene la divina misión de unir el cielo con la tierra, de crear un equilibrio entre la materia y el espíritu. Acabar con el caos, la destrucción y la muerte que impera en la historia de la humanidad. Es hora de despertar, hora de avanzar en el camino del corazón.

Después la proyección de videos de Maestro, que maravilla ver en acción a Osensei que destreza y que dominio del ki , la edad no tiene importancia en él. También ver al maestro Tsuda en acción es ver a otro maestro del Ki y aún me sigue impresionando como el primer día su Kiai , cuando brota de su Hara , el ruido exterior de la cámara desaparece por completo.

Para finalizar la sesión del viernes, no podía faltar un tentempié con comida y bebida para todos los compañeros, llevado a cabo con mucho cariño. Es un momento de distensión muy agradable donde se conversa con los amigos al tiempo que disfrutamos de auténticos manjares. Esto también forma parte en unir el cielo con la tierra.

Al día siguiente tuvo lugar una práctica intensiva de Aikido y Katsugen, mañana y tarde y el Domingo también. Es curioso comprobar lo que cuesta unificar solamente brazo, cadera y respiración y hacer unidad con nuestro compañero sin espíritu de competición. Toda la práctica transcurre en un ambiente fluido y alegre, porque realmente lo vivimos como algo festivo y extraordinario.

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Después de una práctica de casi dos horas de Aikido, empezamos con el Katsugen, “movimiento regenerador de la vida”. Una práctica desarrollada por otro gran maestro: H. Noguchi. Nos llegó a Europa de la mano del Maestro Tsuda.

Me agradó mucho la lectura de Hélène, sobre el Yuki, sin ánimo de ser ninguna terapia sanadora de manos, son evidentes sus efectos terapéuticos. Es un soplo de Ki, una ventana abierta a esa brisa invisible y mágica de la VIDA.

No podemos dejar pasar este día como si fuera un día corriente, hace falta tomar conciencia de su importancia y cada uno a su manera que realice este acto de agradecimiento. Pero es necesario tener un punto de encuentro, un Dojo donde no exista ni el espacio ni el tiempo y todos juntos hacer unidad y sentir la conexión con la fuente. Personalmente me siento muy bien, desde aquí un abrazo a todos los amigos comprometidos en la vía del Aiki.

Benito Mera