Aikido en el "Día del Deporte en la Calle" (Ávila)

Nuestro apreciado Yeray nos cuenta su experiencia en el día del deporte en la calle de Ávila.

 

AIKIDO EN EL DÍA DEL DEPORTE EN LA CALLE DE AVILA

Yeray Ramos 

En Ávila el 16 de junio se celebra, el día del deporte en la calle y el ayuntamiento nos pidió nuestra asistencia, para que los más jóvenes conociesen el Aikido.

Desde las 9 de la mañana estuvimos allí presente, con nuestro sensei Jesús Gil, maestro del Dojo Sochindo y algunos de sus alumnos para ayudar a montar un tatami provisional. Nada más y nada menos que en el Mercado Chico, lugar donde se encuentra el propio ayuntamiento. Siendo la primera vez que el Aikido es representado en este evento, dando a conocer este maravilloso arte a los paisanos de la ciudad de Ávila.

A las 9:30 empezamos con nuestra Práctica Respiratoria, y al finalizar, empezamos como si fuera una clase particular para nosotros, y así captar la atención de los niños y adultos que pasaban por allí. En seguida tres niños quisieron probarlo, se les invitó a pasar al tatami, explicándoles un poco lo que es el Aikido. Empezaron a practicar con nosotros técnicas sencillas pero de lo más puras. Me pareció sorprendente la capacidad que tienen los niños de adaptar rápidamente las técnicas a su cuerpo mediante la unión con la mente y a cada uno de nosotros, verdadero Aiki puro y sincero sin ni siquiera que ellos lo sepan.

Según fue pasando la mañana venían cada vez más y más niños entrando al tatami, pasándoselo en grande, con un montón de risas y alegría cada vez que nosotros caíamos haciendo un ukemi, proyectados por ellos mismos. Esa energía te da un impulso especial, que podría hacer levantarse a cualquiera y continuar sin parar.

Ya casi para finalizar la mañana sobre las 12:30, decidimos dejar a los niños sentados para que viesen como hacíamos unos kumitachi y unos kumijo. Una vez terminado, cogimos el Tanto y practicamos con ellos.
Sobre las 13:30 ya dimos por concluida la actividad, terminamos como siempre con un poco de meditación. Y dimos las gracias a todos los asistentes, tanto a los compañeros, como a los padres e hijos por participar. Y por último fuimos a tomar algo al restaurante El Rincón, de nuestros compañeros Paco y Segundo, donde disfrutamos de unos ricos aperitivos y buena compañía. Haciendo de este día una experiencia inolvidable.